Oración a San Judas Tadeo
Santo Apóstol San Judas Tadeo, servidor fiel y amigo de Jesús, el nombre del traidor que entregó a tu querido Maestro en manos de sus enemigos ha sido cause de que muchos te hayan olvidado. Pero la Iglesia te honra, y nosotros te invocamos como abogado especial de las personas que están en dificultades y casi sin esperanza. Ayúdame a creer que triunfamos sobre los obstáculos en la vida por el poder de Jesús quien nos amó y dió la vida por nosotros. Intercede por mí pare que reciba el consuelo y socorro del cielo en sodas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente (haga aquí cada una de sus súplicas especiales) y pare que alabe a Dios contigo y con todos los santos por toda la eternidad. Amén.
San Judas, apóstol de la palabra de Dios, ruega por nosotros.
San Judas, seguidor del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
San Judas, predicador del amor de Dios, ruega por nosotros.
San Judas, intercesor delante de Dios, ruega por nosotros.
San Judas, amigo de todas las personas necesitadas, ruega por nosotros.
San Judas, ruega por nosotros y por todos que invocan tu ayuda.
Himno de San Judas
Apóstol de Jesús
Testigo de su Palabra
Como servidor de los necesitados,
Su nombre siempre se oye;
Predicador del Evangelio
a los pobres, ciegos y cojos,
Gran hacedor de maravillas
En el Santo Nombre de Jesús.Toda alabanza al Padre
y a su Hijo, Nuestro Señor
y a su Espiritu Santo
Cuya fuerza hemos implorado.
Con los santos en el cielo
Juntamos nuestras voces en una sola
Para orar como Jesús nos enseñó,
Que se haga tu voluntad.
Oración por los Enfermos
Dios misericordioso, tu hijo aceptó nuestros sufrimientos para enseñarnos el valor de la paciencia frente a la enfermedad humana. Escucha las oraciones que ofrecemos por nuestros hermanos y hermanas enfermos. Que todos los que sufren enfermedad, dolor, y debilidad de una edad avanzada reconozcan que han sido escogidos para ser santos y sepan que están unidos con Cristo en sus sufrimientos para la salvación del mundo. Amén.
Oración para una Muerte Feliz
Señor Jesús, estaremos delante de ti después de esta vida tan corta para rendir cuentas de nuestras obras. Concédenos tu gracia para que siempre vivamos según tus mandamientos y asi nos preparamos para nuestra última hora. Protéjenos de una muerte repentina e improvista por enseñarnos cómo vigilar, orar, y esperar con esperanza gozosa tu venida como nuestro salvador. Si no podemos escuchar o comprender las oraciones de la Iglesia en nuestros últimos momentos, queremos oir y alegrarnos en ellas ahora.
(El sacerdote ora por los moribundos con las siguientes palabras:)
Les encomendamos, nuestros hermanos y hermanas, a Dios todopoderoso y les entregamos a nuestro Creador. Que vuelvan a Dios quien los formó del polvo de esta tierra. Amén.
Que Santa Maria, los ángeles, y todos los santos los reciban cuando salgan de esta vida. Amén.
Que Cristo quien fue crucificado por ustedes los lleve a la libertad y paz. Que Cristo quien murió por ustedes les dé entrada al paraiso. Que Cristo, el verdadero pastor, los reconozcan como miembros de su rebaño. Amén.
Que el Señor les perdone todos sus pecados y los cuente entre los elegidos. Que vean su Redentor cara a cara y disfruten de la visión de Dios para siempre. Amén.
EL NOVENARIO
San Judas, el Sanador Poderoso
(Primer Día)
San Judas acompañó a Jesús por las aldeas de Israel y fue testigo de su poder de sanación. Tal vez el vió a Jesús curer a los diez leprosos, saner a una mujer sufriendo hemorragias, resucitar a los muertos. Cuando el pobre ciego gritó, "Jesús, hijo de David! Ten compasión de mí," San Judas probablemente oyó a Jesús contester: "Recobra tu vista. Tu fe te ha sanado." (Lc 18:39-42)
San Judas fue uno de los discipulos a quienes Jesús "dió poder y autoridad ...para anunciar el Reino de Dios y tracer curaciones." (Lc 9:1-2) Los envió de dos en dos, y ellos se quedaron admirados porque "Echaban a muchos espiritus malos y sanaban a numerosos enfermos con una unción de aceite." (Mc 6:13)
Tal vez dudamos que Dios quiera lo mejor pare nosotros. Puede ser que a veces pensemos que nuestro sufrimiento o enfermedad es un castigo de Dios por nuestros pecados. Nos olvidamos como Jesús trabajaba incansablemente pare saner a los enfermos. Cuando Jesús curó al hombre que nació ciego, explicó, "Esta incapacidad no es por haber pecado él o sus padres, sino pare que la obra de Dios se manifieste en él." (Jn 9:3)
San Judas entendió que el deseo del Señor era saner a la gente. Después de la ascensión de Jesús, San Judas y los otros apóstoles "salieron a predicar por sodas parses con la ayuda del Señor, el cual confirmaba su mensaje con señales milagrosas que los acompañaban." (Mc 16:18) Las palabras de Jesús durante la última cena se cumplieron en San Judas: "Les aseguro que la persona que cree en mi hará también las obras que yo hago, y hará otras todavia más grandes." (Jn 12:14)
Oración
San Judas, tú fuiste testigo del poder sanador de nuestro Señor, Jesús. Tú viste su compasión por los enfermos y moribundos. Tú mismo tocaste a los enfermos, compartiste los dolores de los afligidos, y animaste a los desconsolados. Tú recibiste la autoridad y el poder de Jesús pare tracer maravillas, curer a los incurables, y restaurar a los incapacitados. Te pedimos que intercedes a nuestro hermano, Jesús, pare que envie su gracia pare saner a los enfermos y afligidos, pare levantar a los espiritus caidos, y pare infundir esperanza a los corazones desesperados. Amén.
Compromiso
Prometo que de alguna manera llevaré la buena nueva del amor de Dios a una persona enferma.
San Judas, Apóstol de Oración
(Segundo Día)
Jesús enseñó a San Judas cómo rezar y cómo orar con una fe que puede trasladar montañas. Su oración fue inspirada por las palabras de Jesús: "Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá." (Lc 11:9-10)
A veces pensamos que Dios nos ha abandonado o que nuestras oraciones no fueron escuchadas. San Judas, al contrario, oraba con la confianza inculcada por la enseñanza de Jesús: "Fijense como crecen las flores; no trabajan ni hilan. Sin embargo, ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestia como una de ellas. Cuánto más Dios habrá de vestirlos a ustedes!.... Por lo tanto, no anden afligidos....Tu Padre ya sabe lo que necesitan. Pongan su atención en el reino de Dios, y recibirán también estas otras cosas." (Lc 12:22-31)
Aunque no entendamos totalmente los caminos de Dios, nos ponemos en sus manos con mucha confianza, como Jesús mismo lo hizo. San Judas estuvo con Jesús la noche en que el Señor oró en el huerto. Alli, en su agonia de oración, Jesús enseñó a sus apóstoles cómo rezar: "Padre, si es posible, librame de este trago amargo, pero que no se haga lo que yo quiera sino lo que tú quieras." (Mt 26:39)
Cuando somos insistentes pero confiados en nuestra oración, permitimos que nuestra oración transforme nuestras vidas. Abrimos nuestros corazones al espiritu de Dios, aceptando los desafios que Dios nos envia y generosamente comprometiéndonos a imitar a Jesús. San Judas entendió las palabras del Señor: "No todos los que me dicen: 'Señor, Señor,' entrarán en el reino de Dios, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre." (Mt7:21)
Oración
San Judas, por medio de oración alababas a Dios por las obras maravillosas de Jesús. Pediste a Dios la fuerza para enfrentar los retos de tu apostolado. Pusiste tu confianza en la misericordia de Dios, creyendo firmemente que Dios te amaba y entendia tus penas y alegrias, tus sueños y miedos, tus triunfos y fracasos. Comprendiste que nada es imposible para Dios. Te pedimos que ores por nosotros delante del Altisimo para que nos llene con su fuerza, entendamos su voluntad para nosotros, y con mucha confianza nos coloquemos en sus manos amorosas. Amén.
Compromiso
Me comprometo de nuevo a orar con más confianza para que siempre se haga la voluntad de Dios en mí.
San Judas, Paciente en el Sufrimiento
(Tercer Día)
Como los demás apóstoles, San Judas sufrió un martirio por su compromiso de llevar a cabo la misión de nuestro Señor, Jesucristo. Aceptó el reto de Jesús, "Si alguien quiere ser discipulo mio, que se olvide de si mismo, cargue con su cruz cada día y que me siga." (Lc 9:23)
San Judas compartió sus sufrimientos con el Señor. Le escuchó decir, "Vengan a mi todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mi, que soy paciente y de corazón humilde; asi encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo es fácil y la carga que les doy a llevar es liviana." (Mt 11:28-30)
San Judas creia que sus sufrimientos estaban unidos a los de Jesucristo y, por eso, tenían valor redentor. San Pablo declaró, "Me alegro de lo que sufro por ustedes; porque de esta manera voy completando en mi propio cuerpo lo que falta de los sufrimientos de Cristo por la Iglesia, que es su cuerpo." (Col 1:24)
San Judas era humano. Sentía dolor como nosotros. Pero se acordaba del sufrimiento de Jesús, su sentido de abandono en la cruz cuando gritó, "Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" (Mt 27:46) Estas memorias le ayudaron a aguantar el dolor porque él sabia que sufría en comunión con el Señor.
En nuestros sufrimientos reflexionamos sobre los de nuestro Salvador, Jesucristo. Le escupieron, fue azotado, coronado con espinas y clavado en la cruz donde se quedó colgado por tres horas. Tal vez el sufrimiento más doloroso que atravesó su corazón fue el rechazo de parte de los lideres del pueblo y el abandono por sus amigos. Sin embargo, Jesús se mantuvo fiel hasta el final cuando gritó, "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu." (Lc 23:46)
Oración
San Judas, tú te mantuviste fiel al Señor hasta la muerte. Entregaste tu vida para que otros pudieran vivir. Aguantaste el dolor físico y el abandono espiritual. Pero, te alegraste por poder unir tus sufrimientos a los de nuestro Salvador Jesús , y así compartiste en la redención del mundo . Ahora te pedimos que intercedas con nuestro hermano, Jesucristo, para que nosotros también podamos ser fieles en nuestros sufrimientos. Ayúdanos a confiar en Dios y poner nuestras vidas en sus manos. Amén.
Compromiso
Juntaré todos mis sufrimientos y dolores a los de Jesucristo para la redención del mundo y animaré a otra persona que está sufriendo.
San Judas, Campeón de Justicia y Paz
(Cuarto Día)
Al acompañar a Jesús y al escuchar su enseñanza, San Judas aprendió cómo luchar por la justicia y la paz. El oyó el sermón del monte cuando Jesús enseñó, "Bienaventurados son los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos e hijas de Dios....Bienaventurados ustedes cuando por cause mia los maldigan, los persigan y les levanten toda clase de calumnies. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompense que recibirán en el cielo." (Mt5:9, 11-12)
San Judas escribió en su carte, "Les ruego que luchen por la fe que una vez fue entregada a los que pertenecen a Dios." (Judas 1:3) San Judas sí luchaba por todo lo que Jesús trató de establecer. Como Jesús, San Judas predicaba la buena nueva a los pobres, proclamó la libertad a los cautivos, restauró la vista a los ciegos, y liberó a los oprimidos. (Lc 4:18)
A veces resistimos el reto del Señor pare luchar por el reino de justicia y paz. Tememos la crítica y el conflicto; buscamos la comodidad y la conveniencia. San Judas no fue así. El trabajó por la justicia con mucho entusiasmo porque entendía que sin justicia, no hay una paz verdadera.
Por su compromiso al reino de justicia y paz, San Judas sufrió precisamente como Jesús habia predicho, "Los odiarán a ustedes por cause mia." (Mt 10:22) Sin embargo, él disfrutó de la paz que Jesús prometió en la última cena, "Mi paz les dejo; mi paz les doy, pero no como den la paz los del mundo." (Jn 14:27)
Oración
San Judas, tú muy valientemente predicaste la Palabra de Dios en las situaciones más difíciles. Como Jesús, tú defendiste a los pobres y oprimidos y desafiaste a los ricos y poderosos. Cuando te amenazaron con la muerte, no acudiste a la violencia o desesperación sino te acordaste de las palabras de Jesús sobre la paz y el perdón. Escucha nuestra oración por la paz y justicia en el mundo. Pide al Señor que nos dé la valentia pare defender lo correcto. Ora pare que seamos constructores efectivos de la paz como tú, especialmente donde hay guerra y opresión, en nuestras comunidades donde hay violencia y conflicto, y en nuestras familias donde hay discusiones y peleas. Amén.
Compromiso
Prometo levantar la voz y actuar contra la injusticia y trabajar por la paz dondequiera que yo esté.
San Judas, Servidor del Pueblo de Dios
(Quinto Día)
San Judas tenia el privilegio de acompañar a Jesús diariamente. Aprendia del Señor cómo Dios nos ama y cómo debemos amarnos unas personas a otras.
A veces queremos que otros nos sirvan, que hagan lo que nosotros queremos y que atiendan a nuestras necesidades. Como San Judas, debemos aprender de Jesús quien dijo, "La persona entre ustedes que quiere ser grande, deberá servir a los demás; y la persona que quiere ser el primero, deberá ser su esclavo, como el hijo del pueblo que no vino para ser servido sino para servir y para dar su vida como precio por la libertad de muchos." (Mt 20:26-28)
En la última cena Jesús mostró a San Judas y a los otros apóstoles cómo debieran servir. Les lavó los pies y luego dijo, "Yo les he dado un ejemplo para que ustedes hagan lo mismo que yo les he hecho." (Jn 13:15)
San Judas no buscaba un premio por hacer el bien. Más bien, vivia lo que Cristo enseñó: "Cuando ya hayan cumplido todo lo que Dios les manda, deberán decir: 'Somos servidores que no haciamos falta, porque no hemos hecho más que cumplir con nuestra obligación."' (Lc 17:10)
San Judas cumplió los mandamientos señalados por Jesús como los más importantes: amar a Dios con todo su corazón, toda su alma, y toda su mente, y a su prójimo como a si mismo. (Mt 22:27-40) Jesús quiere que nos amemos como él nos ama: "Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes unas personas a otras. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son mis discípulos." (Jn 13:34-35)
Oración
San Judas, aunque fuiste elegido por Jesús como uno de los apóstoles, aprendiste a no ser orgulloso, ni buscar honores o los lugares más altos. Al contrario, te humillaste en su servicio a tus hermanas y hermanos. Pedimos que nos ayudes a servir con un corazón más generoso y sacrificar nuestro propio interés por el bien de otros. Intercede por nosotros con nuestro Cristo crucificado, quien se humilló en la cruz, quien sacrificó su vida para que tengamos vida nosotros. Que lo imitemos con una vida de servicio a los demás, una vida dedicada y desinteresada. Amén.
Compromiso
Prometo cumplir un servicio a los que lo necesitan más o a los que no lo esperan.
San Judas, Reconciliador Compasivo
(Sexto Día)
Aunque fue un apóstol, San Judas era humano como todos nosotros, y el perdón no le vino fácilmente. Pero, él aprendió de su Maestro, nuestro Señor, cómo perdonar. Probablemente fue sorprendido al escuchar a Jesús decir, "Amen a sus enemigos y recen por quienes los persiguen," pare que "sean perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto." (Mt 5:44, 48).
Como San Pablo, San Judas predicaba que no debemos dejar que el sol se ponga sobre nuestra ire. (Ef 4:26) Y si tenemos algo en contra de alguien, tenemos que reconciliarnos con esa persona antes de presenter nuestra ofrenda en el altar. (Mt 5:23-24)
¿Perdonamos a las personas que nos hen ofendido? Y cuántas veces debemos perdonarlos? Cuando Pedro hizo a Jesús esa pregunta, quizas San Judas oyó su respuesta: "No te digo haste siete veces, sino haste setenta veces siete." (Mt18:22)
Cuando Jesús enseñaba a San Judas y a los otros apóstoles como orar, explicó, "Si perdonan a otros el mal que les hen hecho, su Padre que está en el cielo los perdonará también a ustedes." (Mt 6:14) Por esta razón rezamos con las palabras que Jesús nos enseñó, "perdona nuestras of ensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden."
Oración
San Judas, apóstol de la misericordia y reconciliación, ayúdanos a perdonarnos unos a otros. Tú comprendes la profundidad de la compasión de Dios y nuestra resistencia a perdonar. Tú aprendiste de Jesús, el hijo de Dios, cómo ser misericordioso. El le enseñó cómo perdonar a los que le persiguieron y le dieron la muerte. Intercede por nosotros delante de nuestro Dios compasivo pare que podamos perdonar a las personas que nos han ofendido. Ayúdanos a quitar todo vestigio de odio, amargura o rencor de nuestro corazón. Que tengamos la fuerza de perdonar como Dios nos perdona. Amén.
Compromiso
Perdonaré a alguien que me ha ofendido y trataré de reconciliarme con esa persona.
San Judas, Predicador de la Buena Nueva del Reino de Dios
(Séptimo Día)
Jesús entrenó a San Judas y envió a él y a los demás a las aldeas lejanas pare predicar la Buena Nueva y pare trabajar por el reino de Dios. Después de la ascención de Cristo, San Judas se dedicó a continuer la obra del Señor y se acordó de su mandato, "Vayan, pues, a las gentes de sodas las naciones, y háganlas mis discipulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y sepan que yo siempre estaré con ustedes haste el fin del mundo." (Mt 28:19-20)
A veces pensamos que no estamos llamados ni enviados; erroneamente pensamos que no tenemos nada que of recer al mundo o que nos falta conocimiento o poder suficiente pare cambiar las cosas. Nos olvidamos que por el bautizo recibimos una luz y fuimos comisionados igualmente como San Judas, "Ustedes son la sal de la sierra.... Ia luz del mundo .... Procuren que su luz brille delante de la gente pare que viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo." (Mt 5:13-16)
San Judas sabia cómo llevar la Buena Nueva de Jesús a otros. Aprendió del Señor que cuando demos de comer a los hambrientos o beber a los que tienen sed o vestimos a los desnudos o visitamos a los enfermos o encarcelados, estamos haciéndolo a Jesús. (Mt 25:31-46)
Valientemente San Judas anunciaba la Buena Nueva del amor de Dios y con entusiasmo predicaba la venida del reino de justicia, paz y amor. Recordaba las palabras de Jesús en la última cena: "En el mundo, ustedes habrán de sufrir, pero tengan valor; yo he vencido al mundo." (Jn 16:33)
Oración
San Judas, tú dejaste tu case y viajaste lejos pare llevar la Buena Nueva del amor de Dios a todas las naciones. Predicaste con entusiasmo todo lo que habias aprendido personalmente de las palabras y obras del Señor Jesús. Tú valientemente enfrentaste la critica, el rechazo y al final el martirio. Pide al Señor que envie al Espiritu Santo pare que podamos ser fieles mensajeros del amor, perdón y justicia de Dios a este mundo tan egoista, violento e injusto. Ayúdanos a ser la sal de la sierra y la luz del mundo por la manera caritativa y compasiva que hablamos y tratamos a los demás. Amén.
Compromiso
Actuaré según mi fe y llevaré la Buena Nueva de Jesucristo a otros por mis palabras, obras y ejemplo.
San Judas, Abogado en Casos Difíciles
(Octavo Día)
San Judas fue más que un seguidor de Jesús; era su primo y amigo. Su estrecha relación con el Señor no solamente cambió su vida sino que lo convirtió en un abogado fuerte pare nosotros. De Jesús llegó a comprender la profundidad de la compasión y la fuerza del poder infinito de Dios. Aprendió a no dudar de la sabiduria de Dios ni desconfiar de la misercordia divine.
San Judas entendía que todos queremos ester cerca de Jesús, ser su amigo, sentir el calor de su amor, y experimenter su poder de curación. San Judas escuchó a Jesús decir, "Yo les llamo mis amigos porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho. Ustedes no me escogieron a mi, sino yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Asi el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre." (Jn 15:15-16)
A veces nos desesperamos del amor de Dios o por lo menos dudamos que Dios nos oiga. Nos preguntamos: ¿Por qué me va mal? ¿Dónde está el Señor cuando lo necesito?
Venimos a San Judas porque creemos que él es un hombre de compasión quien entiende que nada es imposible pare Dios. Creyó lo que Jesús le habia dicho en la última cena, "Todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré." (Jn 14:14) El oyó a Jesús decir, "...nada es imposible pare Dios." (Mc 10:27)
Oración
San Judas, tú eres el primo hermano y amigo de Jesús. Al acompañarle en sus viajes y verlo curer a los enfermos, aprendiste a sentir su compasión infinite y a experimenter su gracia salvadora. Tú creiste que él tiene las palabras de la vida eterna y el poder sobre toda enfermedad y la muerte. Intercede por nosotros ahora pare que sintamos el cariño de su amistad, el calor de su presencia, y el poder sanador de su espiritu. Ya que nada es imposible pare nuestro Dios, pidamos que él nos cure de toda clase de enfermedad del cuerpo y del alma. Amén.
Compromiso
Prometo animar a alguien que se encuentra en una situación desesperada.
San Judas, Fundador de la Iglesia
(Noveno Día)
Como uno de los doce apóstoles, San Judas es un fundador de la Iglesia de Jesucristo. Dondequiera que San Judas viajara, trató de organizer comunidades en las cuales "todos los creyentes vivian unidos y compartian todo cuanto tenian...repartian sus bienes de acuerdo a lo que cada uno necesitaba. Acudian al templo con mucho entusiasmo y con un mismo espiritu y compartian el pan en sus cases, comiendo con alegria y sencillez." (Hechos 2:44-46)
San Judas creía en la unidad e igualdad en la Iglesia. Como San Pablo, entendia que "todos somos parses del Cuerpo de Cristo." (1 Cor 12:27) Porque todos somos iguales en Cristo, San Judas profesó con San Pablo que "Ya no hay diferencia entre judio y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, porque unidos a Cristo Jesús, todos somos uno solo." (Gal 3:28)
Jesús prometió a los apóstoles envier a su Espiritu, el Abogado, "pare introducirlos a la verdad total." (Jn 16:13) En Pentecostés, recibieron al Espíritu "como un viento fuerte del cielo," comenzaron a hablar en lenguas y realizer maravillas de curación. (Hechos 2:24) Ellos vencieron su miedo y predicaron con sabiduría y fuerza.
El Señor nos llama a todos pare ser miembros activos de nuestras comunidades parroquiales, compartiendo nuestros dones y poniendo nuestros talentos al servicio de los demás. Debemos superar nuestro miedo y egoismo pare reforzar el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Jesús deseaba mucho que todos fuéramos uno como él y su Padre son uno. Que trabajemos todos por la unidad e igualdad entre todos los creyentes en Jesucristo.
Oración
San Judas, tú viajaste lejos pare llevar la Buena Nueva de Jesucristo a sodas las naciones. Tú reuniste a la gente en comunidades de fe pare que pudieran vivir el evangelio del Señor, compartiendo sus vidas y recursos, uniendo sus corazones y menses en Cristo. Tú reconociste la dignidad de todos, la diversidad de dones, y la igualdad entre todos los hijos e hijas de Dios. Intercede con el Señor pare que envie a su Espiritu a cada uno de nosotros y a nuestros líderes de la iglesia pare que podamos forjar una unidad e igualdad entre tanta división y discriminación en nuestras comunidades eclesiales. Ayúdanos a veneer nuestro miedo o egoísmo pare poner nuestros dones al servicio de nuestras hermanas y hermanos en nuestras iglesias locales. Amén.
Compromiso
Prometo tracer algo pare ayudar reforzar la Iglesia local, o sea, mi parroquia.
¿Qué es una novena? Jesús mandó a los apóstoles que se quedaran en Jerusalén haste que hubieran recibido al Espiritu Santo. Después de que Jesús ascendió al cielo, los apóstoles se dedicaron a orar (Hechos 1:14). La Iglesia cerebra la Ascensión de Jesús el jueves y nueve dies más tarde el domingo de Pentecostés. La Iglesia empezó a apartar nueve dies de oración, o sea una novena, de la palabra latina por "nueve," en memoria de los nueve dies originales de oración. Pero no hay algo mágico del número nueve. Uno puede orar por algo especial durante cualquier número de dies.
Cartas de Cadena Algunas personas reciben cartes de cadena que prometen buena suerte si la persona envia copies de la carte a otras personas o trace cierto número de copies y las deja en nueve iglesias. A veces las cartes amenazan con male suerte si la persona no envia las cartes o rompe la cadena. La persona que escribe estas cartes está actuando con superstición o miedo. Cooperar con esta superstición, sea por un deseo del dinero o por miedo, indicaria una falta de fe en la sabiduria y bonded de Dios y puede tracer daño a la fe y la paz de otras personas.
Estas personas supersticiosas piensan que pueden controlar a Dios por el número de oraciones que rezan o las cartes que reproducer. La persona de fe sabe que Dios la ama. Esta persona conga en ese amor, no en la suerte. Por favor, echen estas cartes a la basura. No tengan miedo. Nuestro Dios es bueno y no juega asi con sus hijas e hijos.
Direcciones pare llegar al Santuario de San Judas Nuestro Santuario de San Judas está en la Iglesia de San Pio V que queda en la Avenida Ashland, esquina con la calle 19, en el barrio de Pilsen por el lado sudoeste de Chicago. La Tienda de Regalos de San Judas y el estacionamiento quedan en frente del templo.
De I-290 (Carretera Eisenhower) salga en la Avenida Ashland y continúe una milla al sur haste la calle 19.
De I-55 (Carretera Stevenson) salga en la Avenida Ashland y continúe una milla al norte haste la calle 19.
De l-90/94 (Carretera Dan Ryan) sale en la calle 18 y continue una milla al oeste haste la Avenida Ashland donde debe doblar a la izquierda (o al sur) por dos cuadras haste la calle 19.
Por el tren del metro, tome la linea Cermak/56 Blue Line, "B" haste la parade de la calle 18. Camine dos cuadras al éste haste la Avenida Ashland y doble a la derecha y continúe por dos cuadras al sur haste la calle 19.
Para el horario de los servicios en el Santuario, flame a 312-226-0020.
Devoción a San Judas Tadeo No está claro cómo la devoción a San Judas como patro no de caves difíciles o desesperados empezó. La confusión entre San Judas y el apóstol que traicionó a Jesús, Judas Iscariote, era un obstáculo a la devoción a San Judas por muchos siglos. Aunque parece que hubo una devoción a San Judas en la edad media, no fue haste los tiempos recientes de este siglo que la devoción se volvió popular.
La Iglesia Católica cree que la Iglesia en la sierra vive en comunión con la Iglesia en el cielo. Todos somos hermanas y hermanos en Cristo. Mientras que oramos a Dios unas personas por otras aquí en la sierra e intercedemos unas por otras, así oramos a los santos pare que intercedan con Dios por nosotros. La Iglesia nos enseña "que el verdadero culto a los santos no consiste tanto en la multiplicidad de actos exteriores como en la intensidad de un amor activo, por el cual, pare el mayor bien nuestro y de la Iglesia, buscamos en los santos el ejemplo de su vida, la participación de su intimidad y la ayuda de su intercesión." (Constitución "Lumen Gentium," del Concilio Vaticano II, # 51 )
La Iglesia Católica también enseña que el Dios Trino (Creador, Hijo y Espiritu) es la fuente de toda vida y gracia. Los católicos rezamos a San Judas como a un hermano, pidiendo que se junte en oracion con nosotros delante del Altisimo. Muchisimas personas, por su propia experiencia y por el testimonio de otras personas, confian mucho en San Judas como abogado poderoso con Dios. Sin embargo, es Dios quien contesta a nuestras oraciones y nos concede todos los dones buenos.
* La Vida de San Judas * El Nuevo Testamento contiene poca información sobre el apóstol y santo, Judas Tadeo. Parece que era un pariente cercano de Jesucristo. Maria Cleofás, la madre de los dos hermanos apóstoles, Judas y Santiago el menor, era prima de la Virgen María. San Mateo (13:55) se refiere a estos dos, como también a Simón de Jerusalén y José, como "los hermanos de Jesús." En muchos idiomas, incluyendo arameo, el lenguaje de Jesús y español, la palabra "hermano" refiere tanto al primo hermano como al hermano carnal.
El Evangelio según San Lucas incluye a Judas en la lista de los 12 apóstoles (6:16), y San Juan lo menciona (14:22). San Mateo (10:3) y San Marcos (3:18) lo llaman "Tadeo". Los expertos católicos de la biblia mantienen que Judas y Tadeo son la misma persona que se conoce ahora por el nombre Judas Tadeo.
Aunque las tradiciones post-biblical hen descrito parses de su ministerio, no hay buena documentación pare sustanciarlas. Según una historia popular, Jesús entregó su imagen a San Judas después de ser llamado pare saner al Rey Abagaro de Edessa de la lepra. Jesús fue tan impresionado por la fe del rey que imprimió su imagen en una tela, y le pidió a San Judas que se la llevara y lo curare. El rey fue sanado, y él y su pueblo se convirtieron al cristianismo. Por esta razón unas imágenes de San Judas lo presentan con la imagen de Cristo en la mano. A veces su imagen también lleva una llama de fuego en la cabeza simbolizando que San Judas era un apóstol que recibió al Espiritu Santo en Pentecostés.
Otra tradición relate que San Judas viajaba por Mesapotamia predicando la Buena Nueva de Cristo. También se le asigna a San Judas una carte, el penúltimo libro de la biblia. Según otra tradición, San Judas fue martirizado en una manera brutal, su cabeza destrozada por una hacha. Después su cuerpo fue colocado en una tumba en la Basilica de San Pedro en Roma.
Descripción de la Imagen Esta imagen de San Judas fue pintada por Vladimir Ters pare la Parroquia de San Judas, en Lakewood, Colorado. Los colores son de uso antiguo: el anaranjado es tomado de la sierra y comunmente usado en imagenes. El color verde es tomado de las plantas de la sierra y es un simbolo muy obvio de esperanza.
El césped por el que camina es despejado, poque la hierba male no crece por donde los santos caminan. Las pinturas pasadas con pincer representan flores.
San Judas está reclinado al frente y extendiendo su mano, un gesto que apunta hacia nuestra vocación de seguir al Señor y que también representa la mano servicial, la mano del santo que siempre ayuda y pide por los desalentados y los oprimidos. Sus hombros están encorvados porque él carga con el peso de muchos.
El lleva un bordón de pastor (no un garrote usualmente visto) porque el artiste quería representarlo como uno de los doce apóstoles.
Sus ojos están llenos de compasión y como muchas de las imágenes, ve más allá de nosotros, llevándonos a la unión eterna con la Trinidad.
Nihil Obstat:
Reverendo Charles R. Meyer, S.T.D.
Censor Deputatus
3 de septiembre de 1997Imprimi Potest:
Edward M. Ruane, O.P., Prior Provincial
Province of St. Albert the Great, U.S.A.
2 de octubre de 1997Imprimatur:
Most Reverend Raymond E. Goedert, M.A., S.T.L., J.C.L.
Vicar General
Archdiocese of Chicago
5 de septiembre de 1997Escrito por Charles W. Dahm, O.P.
El Santuario de San Judas Tadeo
Los Dominicos
1909 S. Ashland Avenue, Chicago, Illinois 60608
28 de octubre de 1997El Nihil Obstat e Imprimatur son declaraciones officiales que un libro es libre de errores doctrinales y morales. No quiere decir que los que dieron el Nihil Obstat e Imprimatur estén de acuerdo con el contenido, opiniones, o declaraciones expresadas.
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